La Casa Club Altozano la nueva laguna, es una obra que realizó el arquitecto Luis Ramírez Villaseca, la misma se encuentra en Gomez Palacio, Durango, México, en un predio de 6910.0 metros cuadrados.
La idea de los profesionales fue realizar una obra que se desarrolló en el norte del país y dejó una huella muy importante en la región, ya que la misma rodea La Laguna.
Al hablar del diseño en sí, se dice que la inspiración del proyecto fue en base a las vistas que rodea a la zona, la vegetación y la misma influencia de la orilla del Río Nazas, que se encuentra en el límite de dos estados y de dos ciudades. El proyecto en sí, se concibió como un borde suave, habitable y social.
La parte geométrica, de manera serpenteante que emerge con el terreno ha generado un techo habitable en rampa que desemboca en una terraza con vistas a través del río, de la vegetación y vistas del lugar.
El edificio se curvea respondiendo a las orientaciones más óptimas, por lo que repara los vientos dominantes, asimismo pudo alojar espacios de encuentros que son frescos de acuerdo a las condiciones climáticas del lugar.
Al hablar de la distribución, se nombra que el programa arquitectónico está distribuido en dos plantas accesibles desde el gran espacio continuo que conforma el lobby y el snack en doble altura, ya que está protegido por louvers y árboles en su interior y con vistas a los lagos que limitan con el edificio al sur.
En la planta alta se accede a través de un elevador o de dos escaleras que se conectan en cada uno de los extremos del pasillo con vistas a la doble altura del lobby y el snack. Ese pasillo vincula la zona de los baños, los vestidores de hombres y mujeres con el área deportiva.
Por lo que, la parte de la zona de los baños y vestidores tiene acceso a una terraza en voladizo hacia el norte que funciona como zona de relajación. Hacia la punta poniente del edificio se localiza el gimnasio en el gran voladizo, así como los salones multiusos, donde las vistas panorámicas son increíbles.
Los materiales son en los mismos tonos y la fachada del proyecto está recubierta en pizarra española en lajas. La utilización de estas lajas es para darle el sentido de que actúen como las escamas de una serpiente absorbiendo las superficies con doble curvatura, que a su vez genera un volumen en el edificio.
Al ser una fachada tan abierta y ventilada con las lajas, las mismas actúan como aislante de la temperatura hacia el interior del edificio. La fachada de la parte norte su forma diseñada se curvea hacia el oriente y tiene una gran apertura que indica el acceso principal a la obra.
Otras de las fachadas que son importante nombrar y destacar es lado sur del edificio que tiene un gran arco con louvers, donde funcionan de protección para el asoleamiento del sur del mismo.
La gran iluminación natural que recibe la obra, ayuda que desde todos los puntos cardenales el ingreso de la misma forme un juego de figuras y se realice un ingreso de ventilación cruzada.
El fin del proyecto fue cumplir con el objetivo de generar un edificio icónico, que motive para la interacción social de los espacios. Esa gran generosidad de superficies sociales arbolados resultó conseguir ambientes frescos y confortables. La piel del edificio actúa como una capa protectora perfectamente integrada a la idea volumétrica de un borde suave.