La Catedral de Notre Dame, ícono de Francia, obra emblemática del estilo gótico y sede de la archidiócesis de París corre peligro de desaparecer debido a que padeció un terrible incendio.

Seguramente, este terrible acontecimiento marcará en nuestra historia un antes y un después para toda Francia y el mundo.

Su edificación comenzó en el año 1163 y concluyó en 1345: llevó 182 años construirla. Dedicada a María, madre de Jesucristo, se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena. Sede de la archidiócesis de París, es uno de los monumentos más populares de la capital francesa y pertenece al culto católico.

Las catedrales del gótico surgen íntimamente ligadas a la idea del esplendor y la monumentalidad, como consecuencia de las necesidades y aspiraciones de la sociedad de la época. Como respuesta a la búsqueda de "una nueva dignidad francesa" surgió la Catedral de Notre Dame de París.

Símbolo del estilo gótico

La Catedral de Notre Dame, Patrimonio de la humanidad, mide 69 metros. Aún existen dudas en cuanto a la identidad de quien habría colocado "la primera piedra", el obispo Sully o el Papa Alejandro III.

A lo largo del proceso (la construcción, incluyendo modificaciones, duró hasta mediados del siglo XIV) y fueron varios los arquitectos que participaron del proyecto.

Este estilo arquitectónico se origina en una sociedad y una economía feudal, con intensas guerras religiosas (las Cruzadas), un importante crecimiento de las ciudades europeas, la irrupción de la burguesía como nueva clase social y un sentimiento profundo de religiosidad en la población.

Es así que la Catedral, se convirtió un símbolo del poder de la Iglesia, por lo que todas la que se construyeron eran edificaciones de gran tamaño y majestuosidad.

Estas construcciones góticas se destacaban por sus arcos apuntados (llamados ojivales), que se utilizaban como estructura ornamental para albergar iconografías de tipo religioso.

Las bóvedas (por ejemplo, las de crucería o la cuatripartita) se usaban para conseguir una mayor altura y así comunicar la grandiosidad de Dios en contraste con el ser humano.

Los arbotantes se utilizaban para soportar el peso de la estructura. Como elementos decorativos se incorporaron esculturas diversas (por ejemplo, las gárgolas), pero también vidrieras y rosetones.

Los conceptos arquitectónicos esenciales del gótico son la luminosidad y la elevación, ambas ideas al servicio de la espiritualidad. La arquitectura gótica representaba el triunfo y el predominio de la fe.

Francia es la cuna de este estilo arquitectónico, siendo la catedral de Chartres y la Notre Dame de París de Paris los exponentes más relevantes.