Gran intervención de espacio público en el medio del cerro San juan de la ciudad de San Carlos, Venezuela.

La intervención se emplaza en un terreno de 6.000 m², en el Cerro San Juan, punto más alto de la ciudad de San Carlos, Cojedes, Venezuela. Allí, se constituye un hito urbano y paisajístico. El proyecto busca facilitar las interacciones sociales, culturales y económicas en un espacio abandonado y obsoleto, con gran potencial paisajístico, patrimonial y comunitario.

Sus arquitectos Andrea Stanko wolf, Rolando González Vargas y sofía Paz desarrollan y piensan el proyecto a partir de cuatros ejes claves para esta obra en el espacio público:

1) Cooperación multiactor: Convocatoria a organizaciones políticas, deportivas, culturales y sin fines de lucro, comunidades residenciales, un equipo técnico multidisciplinar y, para que desde procesos de deliberación y negociación se lleguen a acuerdos de beneficio común.


2) Reciclaje urbano y eficiencia de recursos: dada la insuficiencia del capital, el equipo técnico se orienta a repensar los recursos: humanos, temporales y materiales, encontrando en el reciclaje la clave para el proyecto. La obsoleta infraestructura del antiguo Club de Policías sirve como banco de materiales a ser recuperados para  a partir de ellos planificar las estrategias sociales y arquitectónicas: con escombros de un tanque elevado, restos de demoliciones y rocas de las excavaciones, se construyen los gaviones para un sistema de terrazas, se usa un autobús antiguo convertido en buscafé; la madera de una caoba seca junto con los restos del autobús, se transforman en mobiliario; y con perfiles recuperados de la cubierta metálica se construye el corredor y la escalera hacia el mirador.

3) Construcción participativa para la apropiación: la mano de obra local se pone en valor, entendiendo la construcción como un proceso de aprendizaje: horas de voluntariado de organizaciones sociales se integran en la ruta crítica del proyecto de construcción, destinando el personal especializado a las tareas técnicas sensibles. Adicionalmente, la incorporación del arte como elemento constructor de identidad, a través de la obra de artistas urbanos quienes realizan ejercicios cromáticos sobre el autobús y en el techo del corredor sobre una de las áreas de comensales, así como en la superficie de la cancha donde se aprovecha la condición natural de mirador del cerro, para identificar los puntos turísticos sobresalientes de San Carlos. En este proceso, los artistas, mediante talleres de arte y pintura en obra, incentivaron a los jóvenes, tanto organizados como independientes, a desarrollar habilidades, manifestadas en la concepción artística del espacio.

 

4) Multiprograma urbano – arquitectónico: la presencia de usuarios diversos facilita que los espacios diseñados tengan un carácter inclusivo. El multiprograma espacial y temporal se convierte en clave para fomentar la convivencia activa, y se materializa en seis programas: programa comercial, con la ubicación del buscafé, que  se integra a una red de restaurantes administrados por el gobierno regional, programa paisajístico, elevando un mirador que permite una vista completa de la ciudad, programa deportivo, activando una multicancha para básquet y fútbol, programa de salud, para el adulto mayor con máquinas biosaludables que promueven la actividad física, programa lúdico, con la restauración de un parque con juegos infantiles; y finalmente el programa operativo, que recupera parte del edificio existente para baños, eventos,bodega y punto de control policial.