Proyecto de Buenos Aires inaugurado en 2019 a partir de suplir la demanda de vecinos.

El Parque de la Estación responde a una necesidad de los vecinos del barrio de Balvanera y Almagro de sumar un nuevo parque público en dos de las comunas con menor índice de espacio verde por habitante de Buenos Aires.

El proyecto es el resultado de una articulación entre vecinos, comuneros, legisladores y el equipo multidisciplinar de la Subsecretaria de Proyectos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte. La intervención se realizó en dos etapas en el área delimitada por las calles Sánchez de Bustamante, Av. Díaz Vélez, Gallo, Pte. Gral J. D. Perón, Dr. Tomás M. de Anchorena y las vías del Ferrocarril Sarmiento.

El proyecto cuenta con 9.093 m2 destinados a espacio público, desarrollados en la primera etapa, y un pabellón de 205 metros de largo por 18 metros de ancho, intervenido con un programa cultural y deportivo en una segunda instancia. El conjunto existente data de principios del siglo XX y formaba parte de la playa ferroviaria Once de Septiembre, considerada Área de Protección Histórica.

El pabellón, conformado por muros de ladrillo visto y techo de tejas francesas sobre estructura metálica típica de arquitectura ferroviaria, consta de 3.830 m2 cubiertos y 1.400 m2 semi-cubiertos. El predio cuenta con las trazas –dos testeros, un muro– de un segundo pabellón, ya desmantelado, y dos pórticos de acceso al antiguo conjunto ferroviario ubicados sobre las calles Perón y Gallo.

Las actividades participativas con los vecinos de las comunas involucradas permitieron definir el carácter general del parque –predominio de áreas verdes y uso de vegetación nativa– y un programa tripartito para el pabellón, compuesto por una biblioteca de escala barrial, un invernadero, un salón polideportivo, un salón de usos múltiples y oficinas destinadas a la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes.

 La propuesta para el espacio público plantea la eliminación de la barrera física generada por el muro de contención sobre la calle Perón y parte de Anchorena. Mediante una topografía en barranca se articulan visuales y accesos a diversos puntos del nuevo parque, compuesto por una superficie de 5.500 m2 de espacios verdes y vegetación herbácea con 55 árboles nuevos de carácter nativo que favorecen las condiciones de biodiversidad ecosistémica.

 Los dos muros testeros del galpón desmantelado y los pórticos de acceso existentes se mantuvieron e integraron al parque como parte de equipamiento urbano. El parque cuenta con un anfiteatro verde, una pista de patinaje, juegos infantiles, áreas deportivas al aire libre y mobiliario urbano para el descanso y la recreación.

La propuesta para el pabellón consiste en una puesta en valor del mismo, conservado las propiedades espaciales propias de su tipología y su materialidad original (ladrillo visto, cercas metálicas, tejas francesas). La idea general de la intervención busca facilitar la flexibilidad y versatilidad del pabellón a sus nuevos programas. Con el objetivo de organizarlo se generaron una serie de patios internos que divs nuevasiden el largo total del pabellón en tres partes. Estos patios otorgan independencia y flexibilidad a cada sección.

La fachadas vidrieras en el interior de cada patio garantizan iluminación natural a los interiores sin afectar la fachada original del edificio. Los interiores se articulan mediante una serie de cajas, autónomas de la envolvente, que contienen los distintos servicios y actividades. Estas fueron concebidas con un sistema modular de construcción liviana en seco, de bastidores de madera con cercos de vidrio, madera y placa de yeso según el caso. Las instalaciones se presentan a la vista, entre las cerchas, sobre bandejas metálicas. De esta manera, los diversos programas que aloja el pabellón se desarrollan de manera neutra y flexible.