La misma se desarrolla en Rosario desde el 30 de septiembre hasta el 5 de octubre.

Desde hace 19 años se realiza en la ciudad la Semana del Patrimonio, declarada de Interés Municipal. En esta oportunidad abrió sus puertas, la Asociación Cultural Dante Alighieri, ubicada sobre Boulevard Oroño.

Durante el transcurso de esos días se puede disfrutar de la arquitectura, historia y cultura a partir de las diversas actividades propuestas.

Los organizadores de la misma son: Colegio de Arquitectos D2 Rosario, Comisión de Preservación del Patrimonio, Rotary Club Rosario, CEDODAL Rosario y Asociación Cultural Dante Alighieri de Rosario.

La Asociación Cultural Dante Alighieri es un complejo edilicio que comprende 11.000 m². Se dictan clases en los niveles inicial, primario, secundario y terciario (profesorado de italiano), y cursos extracurriculares de lengua y cultura italiana para adultos. Además desarrolla actividad cultural abierta al público y posee una biblioteca pública.

Luego de ser adquiridos los terrenos de boulevard Oroño 1160, se elaboraron los proyectos en el año 1922. En 1924 se colocó la piedra fundamental de la obra que se inauguró en mayo  de 1927.

Este proyecto de fachada florentina (que aún hoy se conserva la original) estuvo a cargo del ingeniero Carlo Isella, dirigido por el arquitecto Giuseppe Micheletti, supervisado por  Enrico Taiana y Giovanni Corti y construido por Carlo Remotti. 

La fachada fue restaurada en 2010 en ocasión del Centenario y dentro del marco del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio de la Municipalidad de Rosario.


El sistema exhibe, debido a la lonja, un ajuste entre el frente y la línea que se dirige hacia la parte posterior. Presenta una arquitectura de escuelas palacio y una mixtura de estilos como el Renacentista principalmente (ya que se vincula con la comunidad italiana), también Francés, y Art decó. 

El hall de entrada muestra una majestuosa escalera ubicada sobre el eje, que descansa en pisos originales, los mismos están dentro de la paleta de colores blanco y negro. El vitró que se observa a la entrada en su momento se iluminaba con luz natural.

En 1934, se realizaron trabajos de ampliación, construyéndose el primer piso, donde se ubican las aulas. El proyecto de los arquitectos Tito y José Micheletti fue ejecutado por la empresa  constructora de Juan Spirandelli.

En 1976 se adquirió la residencia vecina de la familia Monserrat. De esta manera la Dante incorporó una propiedad de gran valor patrimonial. Actualmente funciona en ella la “Casa Beatrice”, donde se imparten cursos de lengua y cultura italiana extracurriculares para adultos. Sus jardines posteriores son el espacio en donde se ubica  el gimnasio principal de la escuela.

La “Casa Beatrice”, fue proyectada en el año 1930 por el arquitecto Armando Delannoy. La construyó Candia y Cía. El escorzo con que se establece en el terreno, respetando sus ángulos, le otorgan una perspectiva llamativa (se juega con las paralelas, no con la línea del frente). Esta obra particular nos remite al país de origen de su propietario. Posee detalles de mayólicas, herrería de cuidadoso diseño y cubiertas de tejas. 

La Dante sumó a su acervo, en 1984, el predio de la empresa Soda Biarritz. En 2007 se adquirió el solar de Alvear 1150 y en el año 2008 se construyó el edificio que aloja hoy al nivel inicial “Casa Virgilio” obra del Estudio H, de Armando Torio y Raúl Utges. Esta implicó la construcción de un edificio totalmente nuevo y adaptado a las últimas tendencias académicas.

El espacio de Guido Cavalcanti, inaugurado en 2015 en el primer piso del sector de secundario, se conforma de aulas para usos múltiples de profesorado y secundario, y oficinas.

Posee una ampliación y reforma de baño para primaria, a cargo de de Anatrone-Molteni Arquitectos. El Estudio de los hermanos Bechis y Marcelo Wade intervinieron también la obra, en las estructuras para las dos cantinas, la de primaria y secundaria, y todas las aulas nuevas.


Este es un edificio que ha tenido que adaptarse a las normativas y a su vez generar espacios mayores para poder contener toda la actividad desarrollada en el mismo.

Sin dudas recorrer este complejo edilicio constituyó una experiencia interesante con las explicaciones pertinentes del Arquitecto Pablo Mercado y las anécdotas que se sumaron de quienes “vivieron” de alguna manera estos espacios.